Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario.Para más información Política de cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Permitir cookies” o configurarlas o rechazar su uso clicando "Configurar cookies".
Las cookies estrictamente necesarias son aquellas de carácter técnico, que deben estar siempre activadas para que la web funcione correctamente, así como para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Esta web utiliza Google Analitycs para recopilar información anónima que nos permita medir, por ejemplo, el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares. Activando estas cookies, nos ayudarás a continuar mejorando nuestra web en base los intereses de nuestros usuarios.
Controles de seguridad en determinados formularios para verificar que su cumplimentación es realizada por una persona.
Buscador :
Volver al Menú
14 abr 2021
Un repaso sobre la alimentación clave para mantener un buen estado de salud visual y cómo prevenir ciertas afecciones visuales en la infancia.
La vista es el sentido más valioso para la amplia mayoría de los españoles, una cifra que para nada se aleja de las de otros países, en los que sus ciudadanos considerarían una consecuencia “muy grave” la pérdida de visión. Y es que hasta el 80% de la información que recibimos diariamente se percibe a través de los ojos, un hecho que tiene especial relevancia en la etapa infantil porque un desarrollo visual óptimo influirá en el progreso social y en el aprendizaje escolar.
La correcta alimentación como prevención Una dieta sana y equilibrada reporta numerosos beneficios al sistema ocular. Aunque no es una solución milagrosa, sí ayuda a prevenir y, sobre todo, a frenar la progresión de algunas enfermedades, por lo que los niños deben aprender de pequeños a comer de todo y a llevar una nutrición adecuada que contenga todos los elementos necesarios para beneficiar al sistema visual. Además, para la visión, una dieta continuada rica en vitaminas, oligoelementos minerales (presentes en las células e indispensables para el desarrollo normal del metabolismo), sustancias carotenoides (pigmentos orgánicos) y flavonoides (fitonutrientes que se encuentran en muchas frutas y verduras) protege, previene, repara y limpia el sistema ocular, además de ayudar a su funcionamiento y retrasar el envejecimiento. Las claves para alimentar la mirada Muchos alimentos incluyen alguno o varios de los elementos citados anteriormente. Sin embargo, el óptico-optometrista es el profesional sanitario que, mediante un examen visual, puede indicar qué productos son los recomendables para la visión en función del componente que contengan. Luteína y zeaxantina. Se trata de pigmentos naturales que tiñen los alimentos de color y que se hallan en la mácula y la retina de los ojos. Ayudan a frenar la acción perjudicial de la radiación de la luz solar en los ojos y a ver mejor con diferentes tipos de luz. El kiwi y el calabacín son dos de los más destacados porque contienen importantes cantidades de luteína, mientras que la zeaxantina se halla en las naranjas o el melón dulce. En cambio, las espinacas y las coles, así como el maíz y la yema de huevo, incluyen ambos elementos. Vitamina A. Su contribución principal es evitar las infecciones oculares como la conjuntivitis, encontrándose en alimentos básicos como las zanahorias, el melocotón, el tomate o la leche. A la larga, ayuda a prevenir la degeneración macular y las cataratas. Ácidos grasos omega 3 y omega 6. Aquí juegan un papel clave los aceites vegetales (oliva, girasol, soja y maíz), las nueces y los aguacates, con altas concentraciones en omega 6, mientras que el pescado azul contiene omega 3. Son grasas poliinsaturadas que tienen efectos muy positivos para la visión en edades tempranas, ayudando a frenar la aparición de la degeneración macular y a bajar las tasas del glaucoma en etapas más avanzadas. Vitamina B2. Presente en la leche, el yogur y el queso blanco, esta vitamina es una de las encargadas de facilitar la visión en la oscuridad. Los niños con bajos niveles en vitamina B2 suelen tener dificultades a la hora de adaptar su visión a los cambios de intensidad lumínica. Vitamina C y E. La vitamina C abunda en los vegetales frescos y las frutas cítricas. Como su principal virtud es el poder antioxidante, es muy recomendable para reducir la presión ocular. En cambio, las hortalizas y verduras (lechuga o guisantes) son productos que refuerzan los tejidos oculares, sobre todo la retina, gracias a sus altas concentraciones de vitamina E. Alimentos para tener ‘buen ojo’ La gran mayoría de las enfermedades visuales tienen una clara influencia nutricional, por lo que resulta imprescindible que los padres tengan conocimientos necesarios para saber cómo deben alimentar la mirada de sus hijos. De esta forma se evitaría también incurrir en el consumo elevado de ciertos alimentos que pueden ser perjudiciales para la salud. En este sentido, una dieta beneficiosa para la visión de los más pequeños debe incluir: Tomates. Ricos en licopeno y vitamina C, dos micronutrientes que cuidan los tejidos de los ojos y mejoran la visión. Huevos. Cuentan con alto contenido en zinc, omega 3 y luteína, lo que lo convierten en un alimento ideal para la visión. Salmón. La grasa de este pescado y su omega 3 ayudan a prevenir enfermedades de la retina, además de beneficiar a la producción de lágrima. Espinacas. Aparte de ser muy saludables para el cuerpo, aportan beneficios a la retina. Los ojos no están exentos de sufrir el daño progresivo que puede provocar una mala alimentación en el organismo, por lo que sería un error no tener en cuenta la influencia de la dieta en la salud ocular. Aunque bien es verdad que una buena base alimentaria no resuelve por sí misma ningún problema visual, puede ayudar a prevenir y a frenar la progresión de algunas patologías.
Vote:
Resultados:
0 Votos
Palabra clave
Noticias ciudadanos
COLEGIO NACIONAL DE ÓPTICOS-OPTOMETRISTAS
C/Princesa, 25 4º . Edificio Hexágono 28008 Madrid
Tfno: 91 541 44 03/04 Fax: 91 542 23 97