Un estudio publicado en Free Radical Biology and Medicine sugiere que el consumo de uvas ralentiza o ayuda a prevenir la aparición de DMAE.
Un estudio publicado en Free Radical Biology and Medicine sugiere que el consumo de uvas ralentiza o ayuda a prevenir la aparición de DMAE. Se cree que la acción antioxidante de las uvas es responsable de estos efectos protectores.
El estudio comparó el impacto en la visión de una dieta rica en antioxidantes utilizando ratones con propensión a padecer daño retiniano a una edad avanzada (de modo similar a los humanos). Los ratones recibieron una dieta enriquecida con uvas, una dieta con luteína añadida o una dieta normal.
Los resultados muestran que las uvas ofrecían una amplia protección frente al daño oxidativo de la retina y prevenían la ceguera en aquellos ratones que las consumían. Aunque la luteína también era efectiva, se descubrió que las uvas ofrecían una protección significativamente mayor.
“El efecto protector de las uvas en este estudio fue considerable, ofreciendo beneficios para la visión en la madurez incluso si las uvas solo se consumieron a una edad temprana”, declara la investigadora principal Silvia Finnemann, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Fordham University en Nueva York.
El estudio comparó el impacto en la visión de una dieta rica en antioxidantes utilizando ratones con propensión a padecer daño retiniano a una edad avanzada (de modo similar a los humanos). Los ratones recibieron una dieta enriquecida con uvas, una dieta con luteína añadida o una dieta normal.
Los resultados muestran que las uvas ofrecían una amplia protección frente al daño oxidativo de la retina y prevenían la ceguera en aquellos ratones que las consumían. Aunque la luteína también era efectiva, se descubrió que las uvas ofrecían una protección significativamente mayor.
“El efecto protector de las uvas en este estudio fue considerable, ofreciendo beneficios para la visión en la madurez incluso si las uvas solo se consumieron a una edad temprana”, declara la investigadora principal Silvia Finnemann, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Fordham University en Nueva York.
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