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La DGT advierte sobre el peligro de conducir con esta enfermedad comĂșn

Estar bajo los efectos de ciertos medicamentos, padecer apnea del sueño o determinados estados psicológicos pueden condicionar nuestra respuesta al volante; y sería motivo para la suspensión temporal del carnet. Ahora bien, pese a que cada vez hay mayor información al respecto, es habitual que se pasen por alto las afecciones mås habituales, como la conjuntivitis.

La Dirección General de Tráfico (DGT) es clara sobre este asunto y así lo pone de manifiesto en el artículo Ojos que no ven, riesgo vial de su revista especializada. “Sea cual sea su causa, las conjuntivitis generan un cuadro de síntomas que pueden afectar a la conducción: unos característicos ojos rojos e irritados que pican, escuecen, lagrimean, duelen
 En algunos casos, incluso, provocan fotosensibilidad y visión borrosa”.
AdemĂĄs, prosigue este organismo pĂșblico, “si la conjuntivitis es severa y los pĂĄrpados estĂĄn muy hinchados, la movilidad del ojo se reduce, asĂ­ como el campo visual, lo cual es un riesgo añadido si estamos al volante”. Precisamente, la vista es uno de los sentidos mĂĄs importantes cuando conducimos. Ser capaces de ver las señales a tiempo y reaccionar rĂĄpidamente ante posibles incidencias, puede marcar la diferencia.
Por ese motivo, la DGT hace hincapiĂ© tambiĂ©n en la necesidad de contar con unas gafas adecuadas. SegĂșn el Reglamento General de Conductores, es preciso contar con una agudeza binocular de 0.5, ya sea con o sin correcciĂłn. Y esto es importante: si esa agudeza puede ser superior con gafas o lentes de contacto, aunque no estĂ© obligado, el conductor debe utilizarlas.

Tipos de conjuntivitis
En lo que respecta a la conjuntivitis, Mayo Clinic, sostiene que se trata de “una inflamaciĂłn de la membrana transparente entre el pĂĄrpado y el globo ocular. Esta membrana se llama conjuntiva”. Asimismo, existen diferentes tipos: aguda, que es la mĂĄs comĂșn; crĂłnica y recurrente.
“Cualquier conjuntivitis puede provocar alteraciones oculares que dificultan la conducción, especialmente durante la fase aguda de la enfermedad. Además, si es una conjuntivitis crónica, se pueden producir alteraciones corneales graves que disminuyan la calidad y la cantidad visual. Por eso, recomendamos no conducir si un paciente tiene una conjuntivitis severa”, comenta el doctor Carlos de Lossada, especialista en Oftalmología en el Hospital Regional Universitario de Málaga, para el mismo artículo de la DGT.


MĂĄs allĂĄ de la conjuntivitis, otros problemas al volante

Conducir bajo los efectos del ojo seco
Un tratamiento adecuado y precoz puede ser la clave para evitar los problemas de otra enfermedad comĂșn: el ojo seco. “SĂłlo en España padecen este sĂ­ndrome alrededor de 5 millones de personas”, informa la DGT. El centro oftalmolĂłgico Barraquer de Barcelona explica que “el ojo seco es una enfermedad que consiste en la escasez de la cantidad de lĂĄgrima y/o en el deterioro de la calidad de la misma produciendo una inflamaciĂłn de la superficie del ojo”.
“Suele ser bilateral y es mĂĄs comĂșn en mujeres que en hombres, especialmente en el perĂ­odo de la menopausia y post menopausia”, concluye Barraquer. “Los casos severos de ojo seco, al igual que lo que sucede con los casos graves de conjuntivitis, afectan negativamente a la capacidad de conducir porque, entre sus sĂ­ntomas, como se enumera desde el National EYE Institute de EE.UU., se encuentran la visiĂłn borrosa y la fatiga visual”, añade la DGT.
AdemĂĄs, el estrĂ©s favorece el desarrollo de este sĂ­ndrome. Tal y como relataba la psicĂłloga Arantxa PisĂłn en una entrevista para Moveo, “el estrĂ©s puede provocar visiĂłn borrosa o tĂșnel, donde el conductor sĂłlo se enfoca en lo que estĂĄ frente a Ă©l y pierde la visiĂłn perifĂ©rica, esencial para la seguridad al conducir”. En la misma lĂ­nea, desde Óptica 2000 señalan que «una vida demasiado agitada o un problema de ansiedad pueden provocar el sĂ­ndrome del ojo seco o agudizar sus sĂ­ntomas”.


SĂ­ntomas graves a la hora de conducir

Fotosensibilidad, picor y visiĂłn borrosa
Finalmente, la DGT hace una pequeña menciĂłn a algunos de los sĂ­ntomas que mĂĄs complican la conducciĂłn. Entre ellos se encuentra la fotosensibilidad: “Aumenta el riesgo de sufrir un deslumbramiento en la carretera”. Algo que podrĂ­a dar lugar a “accidentes de elevada letalidad”, con tres causas fundamentales: “el estado de las luces de los vehĂ­culos, la iluminaciĂłn del entorno y los problemas de visiĂłn del conductor”.
La DGT extrae esta informaciĂłn del estudio de Fesvial, La salud visual de los conductores españoles y su implicaciĂłn en la seguridad vial; donde tambiĂ©n se informa que, segĂșn la OMS, 1300 millones de personas viven en el mundo con alguna forma de deficiencia de la visiĂłn, “muchos de los cuales son conductores habituales, con el riesgo que de ello se deriva”.
Por Ășltimo, del mismo informe puede extraerse, y asĂ­ lo recoge tambiĂ©n la DGT, que el 9,4% de los conductores españoles sufre con frecuencia de picor o escozor de ojos mientras conduce; y el 6,7% conduce habitualmente con visiĂłn borrosa. Todo ello, con el riesgo para la seguridad vial que implica.

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