Una conocida empresa multinacional del sector informático y la Universidad de Washington (Estados Unidos) están trabajando en el desarrollo de un tipo de lentes de contacto que, además de ofrecer información mediante realidad aumentada, controlen los niveles de glucosa en sangre de aquellas personas que padecen diabetes.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Akron (Estados Unidos) ha demostrado la eficacia de unas lentes de contacto que detectan la glucosa a través de las lágrimas. Cuando los valores no son los adecuados, la lente cambia de color, con lo que el paciente sabe de forma inmediata que existe un problema.
El doctor Jun Hu, profesor asociado de Química en Akron, compara el funcionamiento del sistema con el “papel de pH de los laboratorios escolares”, cuyo tono se altera según el líquido que se le aplique. En el pasado, otras instituciones ya habían avanzado terreno con soluciones similares, en las que, por lo general, la complejidad tecnológica era superior. No obstante, en este caso, el paciente no tiene más que situarse ante un espejo para darse cuenta de que su lente ha variado.
Además, los responsables de esta innovación ya están diseñando una aplicación para teléfonos inteligentes que, tras fotografiar el ojo del enfermo, calcula la concentración de azúcar. Para Hu, el control de estos parámetros mediante las lágrimas es tan fiable como el que se efectúa con la sangre. Desde su punto de vista, esta modalidad no solo es más cómoda, sino que también acabará siendo más barata.
El doctor Jun Hu, profesor asociado de Química en Akron, compara el funcionamiento del sistema con el “papel de pH de los laboratorios escolares”, cuyo tono se altera según el líquido que se le aplique. En el pasado, otras instituciones ya habían avanzado terreno con soluciones similares, en las que, por lo general, la complejidad tecnológica era superior. No obstante, en este caso, el paciente no tiene más que situarse ante un espejo para darse cuenta de que su lente ha variado.
Además, los responsables de esta innovación ya están diseñando una aplicación para teléfonos inteligentes que, tras fotografiar el ojo del enfermo, calcula la concentración de azúcar. Para Hu, el control de estos parámetros mediante las lágrimas es tan fiable como el que se efectúa con la sangre. Desde su punto de vista, esta modalidad no solo es más cómoda, sino que también acabará siendo más barata.