La retinopatía diabética es una enfermedad ocular causada por el daño producido a los vasos sanguíneos de la retina por los niveles de azúcar en sangre demasiado altos que sufren los pacientes diabéticos. Es la causa más común de ceguera entre los adultos en países desarrollados.
Para la detección y posterior control de la retinopatía diabética resulta esencial la visita periódica de las personas con diabetes a su especialista en Salud Ocular. “Aunque la retinopatía diabética es una patología y debe ser diagnosticada y tratada adecuadamente por oftalmólogos, también es cierto que los ópticos-optometristas, por su condición de profesionales de atención primaria de Salud Visual y por atender anualmente a millones de pacientes, que acuden a los establecimientos sanitarios de óptica buscando soluciones a sus disfunciones visuales, en muchas ocasiones detectan la existencia de distintas enfermedades oculares, entre ellas cataratas, glaucoma y retinopatía diabética, patologías relacionadas todas ellas también con la diabetes, remitiendo a estos pacientes a su oftalmólogo”, destaca Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas.
Además de la sospecha o detección de la enfermedad, el óptico-optometrista también desarrolla una misión fundamental en la compensación adecuada de los problemas visuales producidos por la retinopatía. Para el presidente del Consejo General, “aunque muchas veces el tratamiento está basado en terapia láser o cirugía, también suele incluir un tratamiento continuo para disminuir los efectos visuales producidos por la enfermedad. Así, los pacientes con retinopatía pueden notar visión doble o borrosa, una disminución más o menos severa de su agudeza visual; la percepción de anillos, luces titilantes o manchas en su campo visual, o bien dificultad para ver objetos ubicados en los laterales de su visión, por lo que el óptico-optometrista, siempre en estrecha colaboración con el oftalmólogo, puede reducir estos efectos visuales producidos por esta patología, mejorando la calidad de vida del paciente”.
Si usted tiene diabetes, debe hacerse un examen de sus ojos una vez al año, ya que encontrar y tratar los problemas a tiempo puede salvarle la vista, y confíe en su óptico-optometrista a la hora de compensar sus problemas visuales relacionados con la retinopatía diabética, glaucoma o cataratas.