El nervio óptico puede estar dañado por el resultado de diferentes procesos, que van desde el glaucoma hasta los diferentes tipos de neuropatías o lesiones ocasionadas por traumatismos. El principal síntoma del daño en el nervio óptico es la disminución o pérdida total o parcial de campo visual.
Los investigadores del Hospital Infantil de Boston de la Escuela de Medicina de Harvard observaron lo que sucedió cuando el nervio óptico de un ratón resultó dañado con un gran aumento en los niveles de zinc, que en cantidades muy altas puede ser tóxico. Esta liberación de zinc afectó a las células “mensajeras” del ojo y las células nerviosas vecinas, según el artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La investigación, dirigida por Yiqing Li y supervisada por el profesor Larry Benowitz y el Dr. Paul Rosenberg, encontró que cuando el zinc se transfirió a las células nerviosas vecinas dos o tres días después de la lesión, estas también comenzaron a morir. Para confirmar que los niveles elevados de zinc eran los culpables de la muerte celular, el equipo introdujo una sustancia absorbente de zinc en el ojo para comprobar si se producía un daño significativo del nervio óptico.
Observaron que la eliminación del zinc producía un número significativamente mayor de células oculares que sobrevivían y se regeneraban. Esto se comprobó incluso cuando el tratamiento comenzaba cinco días después de la lesión. Según el profesor Benowitz, “la supervivencia de las células parece ser duradera, no solo transitoria. Parece que una vez que pasan por un punto límite de peligro, poco después de la lesión, las células se regeneran y continúan vivas”.
Los investigadores todavía necesitan demostrar que el zinc desempeña un papel tan importante en el daño del nervio óptico en los seres humanos, como lo han hecho en ratones, explicó el profesor Benowitz.
La investigación, financiada por el National Eye Institute, el Departamento de Defensa de Estados Unidos y la Fundación de Investigación Médica Adelson, trabajará ahora con mamíferos de mayor tamaño, además de analizar por qué los niveles de zinc son tan dañinos para las células nerviosas oculares. “Si el equipo encuentra este mismo impacto en las personas, la técnica de bloqueo de zinc podría ser utilizada en el futuro, junto con otros fármacos, para ayudar a los pacientes con lesiones del nervio óptico o aquellos con diagnóstico de glaucoma”, enfatizó el profesor Benowitz. “Esperamos que lo haga. Hasta ahora, no tenemos ninguna razón para pensar que este resultado tan significativo es único para ratones”, agregó.
La investigación, dirigida por Yiqing Li y supervisada por el profesor Larry Benowitz y el Dr. Paul Rosenberg, encontró que cuando el zinc se transfirió a las células nerviosas vecinas dos o tres días después de la lesión, estas también comenzaron a morir. Para confirmar que los niveles elevados de zinc eran los culpables de la muerte celular, el equipo introdujo una sustancia absorbente de zinc en el ojo para comprobar si se producía un daño significativo del nervio óptico.
Observaron que la eliminación del zinc producía un número significativamente mayor de células oculares que sobrevivían y se regeneraban. Esto se comprobó incluso cuando el tratamiento comenzaba cinco días después de la lesión. Según el profesor Benowitz, “la supervivencia de las células parece ser duradera, no solo transitoria. Parece que una vez que pasan por un punto límite de peligro, poco después de la lesión, las células se regeneran y continúan vivas”.
Los investigadores todavía necesitan demostrar que el zinc desempeña un papel tan importante en el daño del nervio óptico en los seres humanos, como lo han hecho en ratones, explicó el profesor Benowitz.
La investigación, financiada por el National Eye Institute, el Departamento de Defensa de Estados Unidos y la Fundación de Investigación Médica Adelson, trabajará ahora con mamíferos de mayor tamaño, además de analizar por qué los niveles de zinc son tan dañinos para las células nerviosas oculares. “Si el equipo encuentra este mismo impacto en las personas, la técnica de bloqueo de zinc podría ser utilizada en el futuro, junto con otros fármacos, para ayudar a los pacientes con lesiones del nervio óptico o aquellos con diagnóstico de glaucoma”, enfatizó el profesor Benowitz. “Esperamos que lo haga. Hasta ahora, no tenemos ninguna razón para pensar que este resultado tan significativo es único para ratones”, agregó.